¿Tiza o puntero digital?
¿Papel o pantalla?
¿Escrito a mano o a ordenador?
Miles de preguntas se plantean ante la aparición de la llamada Escuela 2.0., la cual podríamos definir como:
Proyecto educativo de modernización que el Partido Socialista impulsó para mejorar la educación y el rendimiento de los alumnos españoles. Se caracteriza por la utilización de pizarras y libros digitales a través de los cuales se pretende incrementar la motivación y la atención dentro de las aulas.
La Gaceta Extremeña de octubre de 2010 dedica la mayor parte de su número a este fenómeno que está a la orden del día en los colegios españoles y también, como se comprueba con la lectura de este diario, en las aulas de Extremadura.
Se pretende que dos de cada tres colegios y el 90% de los institutos reciban apoyo y refuerzo económico para una modernización tecnológica de sus aulas. Con esta iniciativa, y otras por el estilo, se pretende que los centros extremeños estén dotados, en pocos años, de portátiles con Wifi de banda ancha, pizarras y libros digitales… Todo ello con EL FIN DE REDUCIR LA TASA DE ABANDONO ESCOLAR Y MEJORAR LA MOTIVACIÓN E INTEGRACIÓN DEL ALUMNADO.
Tanto los maestros como los alumnos de los centros que han probado estos nuevos materiales parecen encantados con las puertas que la Escuela 2.0 les abre. Los alumnos encuentras las clases más entretenidas y dicen ir con más ganas de aprender y colaborar. Por su parte, los profesores ven en estos artilugios miles de posibilidades de enseñanza, siempre que se sepan aprovechar de buena manera.
Es verdad que el mundo de Internet y de las nuevas TIC permite acercar a los alumnos a una nueva realidad, mucho más cercana al mundo contemporáneo que la que conseguían a través de los libros de texto pero, en mi opinión, su uso debe estar controlado. El paso del papel a la pantalla es un acontecimiento histórico en la Educación española, pero éste no debe de ser la desaparición completa del tradicional papel, mucho más personal y trasmisor, en mi opinión.
No obstante, la Escuela 2.0 ofrece un mundo bilingüe que es primordial hoy en día: el mundo de los Idiomas, el mundo del inglés. A través de un ordenador es mucho más sencillo enseñar al niño pronunciación, vocabulario, lecturas…ya que todas sus dudas podrán ser resueltas. Miles de posibilidades educativas se encuentran navegando por la red, pero solamente serán útiles si los docentes son instruidos en la correcta utilización de las mismas.
Hay que potenciar su uso no sólo para la enseñanza de contenidos, sino para la transmisión de valores. No podemos dejar que en las aulas se pierda la socialización entre alumnos. Hemos de potenciar los trabajos en grupo, exposiciones y demás recursos que ayuden a que las interacciones humanas no sean absorbidas por las nuevas tecnologías educativas.
Pero en mi opinión, la Escuela 2.0. también parte negativa, la cual depende del empleo que el docente haga de la misma. Las tecnologías que se facilitan no deben de ser vistas como una forma de tener menos quehaceres y trabajo en las aulas, sino como una manera de potenciar el trabajo del alumnado y conseguir terminar, de una vez por todas, con el tremendo fracaso escolar que tenemos por norma en España.
Es importante que los que nos preparamos para ser docentes como los que ya lo son seamos instruidos en éstas materias y que las controlemos a la perfección. Hemos de seguir controlando las aulas y no que las tecnologías nos controlen a nosotros y pasemos a ser un elemento decorativo más de la clase.La figura del profesor es la pieza clave del aprendizaje del alumno y si nosotros no luchamos por mejorar la situación ningún ordenador lo hará por nosotros.
